La psicología e inteligencia de los gatos
Son animales extremadamente curiosos y de gran destreza física y habilidad corporal, por lo que pueden colarse por casi cualquier hueco. Además, como ocurre con los humanos, los gatos tienen diferentes personalidades y aunque cada gato es diferente, sus personalidades pueden clasificarse.
Hay que tener en cuenta que muchas veces estos gatos son nerviosos y asustadizos, así que conviene intentar no hacer ruidos fuertes o movimientos bruscos. Otra posibilidad es que el gato sea extrovertido. Los gatos extrovertidos no tienen miedo a nada, son activos, curiosos y se dejan acariciar. También se les debe dejar acercarse voluntariamente, pero son juguetones con los niños y no dudarán en refugiarse en tus brazos.
Claro que sigue sin gustarles nada que les tiren de la cola o les despierten de la siesta. Los gatos tranquilos son equilibrados y se llevan bien con otros gatos. Se lo toman todo con calma y tranquilidad y son muy buenos compañeros de viaje porque pueden estarse horas callados en su cesto sin maullar. Este tipo de gatos no padecen de estres porque no dejan que las cosas les afecten.
Y por último los gatos pueden desarrollar la personalidad caprichosa. Los gatos caprichosos son sensibles y susceptibles. Enseguida se enfadan y lo peor es que este enfado puede durarles horas. Además, son muy posesivos y en cuanto le echan la vista encima a algo, se creen que es suyo y no dejarán que nadie más la toque.
Además, todos los gatos son muy independientes, reaccionan muy mal ante el cambio y no dependen de la compañía de los de su especie, por lo que la convivencia con los humanos es relativa.
Comentarios
Publicar un comentario