Este es un comportamiento normal y un paso importante en su desarrollo cognitivo, ya que mediante la mordida experimentan e investigan el mundo a su alrededor.
De hecho, un cachorro aprende la primera lección sobre cómo controlar la fuerza de su mandíbula con su madre y compañeros de camada. Durante el juego, cuando un cachorro muerde a otro demasiado fuerte, el chillido de la víctima y la consecuente sorpresa del mordedor detienen la acción por un momento. Sin embargo, muy pronto, ambos vuelven al juego. A través de este tipo de interacción, los cachorros aprenden a controlar la intensidad de sus mordidas para no causar daño no intencionado y poder continuar con el juego sin interrupción.
Que hacer para que no muerda todo
Pese al aprendizaje que recibe con la madre, es posible que el cachorro no deje de morder todo. Es por ello que es necesario entrenarlo en la sensibilidad de la piel humana para que aprenda a medir la fuerza de su boca al interactuar con personas.
Si los cachorros pueden aprender a ser amables el uno con el otro, también pueden aprender la misma lección de las personas.
Según los especialistas en entrenamiento canino, la inhibición de la mordida (la capacidad de un perro para controlar la fuerza de su boca) es una lección sencilla que puede enseñarse en casa desde una edad temprana y que, además de evitar mordidas durante el juego, evitará también que en una posible situación de miedo o dolor el perro muerda con fuerza.
En 4 pasos te lo mostraremos :
Jugar e interactuar con otros perros ya entrenados en este tema es una de las mejores formas para que un cachorro aprenda las normas cuando se trata de usar los dientes al interactuar con otras personas o animales, ya que, si muerde con demasiada fuerza o con demasiada frecuencia, es probable que pierda un compañero de juegos. Por lo tanto, es recomendable que le enseñes a socializar con otros perros y personas.
Así te sentirás seguro, en los paseos, al ver a otros perros y personas no conocidas
2.- Usar las manos, alimentación y otras actividades
Alimentar al cachorro con las manos le permite al mismo aprender a medir la fuerza de su boca. Si el cachorro muerde demasiado fuerte, es recomendable relajar la mano y pronunciar un sonido que indique claramente que se está protestando o sintiendo dolor, para que el cachorro se dé cuenta de que lo que causa un daño.
Sin embargo, nunca hay que alejar la mano o tirar de ella, ya que esto normalmente hace que los perros muerdan instintivamente con más fuerza
3.- Uso de Juguetes
Desahoguen todos sus impulsos reprimidos con estos. Los juguetes masticables, por ejemplo, son estupendos para esto, y también se pueden usar en el entrenamiento
Es importante elogiar y recompensar el buen comportamiento al momento de entrenar al cachorro. Por ello, es recomendable usar golosinas para perros u otras recompensas que consideres adecuadas.
Cuando las recompensas y las golosinas no funcionan, a veces se debe recurrir a métodos de entrenamiento que desalientan activamente al cachorro a que no muerda muebles y objetos, como un spray para que los perros no muerdan las cosas.
Los aerosoles de disuasión son productos con un olor o sabor que los perros encuentran realmente desagradables y que pueden aplicarse a aquellos objetos que al cachorro le encante mordisquear.
El producto ha de aplicarse regularmente, hasta que el cachorro asocie el no realizar la acción con esos objetos.
Cuando dejaran de morder
Para responder esta pregunta, es importante que tengas en cuenta la edad de tu cachorro. A los perros se les empieza a caer los dientes de leche a partir de los 4 o 5 meses de vida. Este cambio, pese a ser una etapa más en su desarrollo, puede resultarle un poco molesto, por lo que podría ser uno de los motivos por lo que tu perro lo muerde todo: para aliviar su dolor. Este proceso, por lo tanto, puede durar entre 7 y 8 meses, hasta que tu cachorro haya finalizado el cambio de dentición.
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